¡Hola cociner@s!
Por fin es fin de semana, y hoy creo que traigo el post más largo del mundo mundial!! Y es que una tarta como ésta lo merecía.
Porque Tomás, excelente cocinero y mejor persona, va a prepararme lo mejor de lo mejor, así que el postre no puede ser menos... Y teniendo en cuenta que son mis catadores oficiales y ya han probado mil cosas, tenía que sorprenderles...
Ya
me habían pedido en varias ocasiones la espectacular tarta Guinness. Y
es que en una ocasión me atreví con ella, pero la receta no me convenció
(la masa era demasiado líquida). Así que esta vez me aventuré con la
receta de una de mis blogueras favoritas: Carrot Cake.
Y sabía que una receta de Reyes no me podía fallar... El resultado fue
un bizcocho exquisito, con una miga y una esponjosidad alucinantes.
Y para los que no conozcáis esta tarta, he de deciros que es una auténtica maravilla.
¿Con Guinness? ¿Cerveza negra en una tarta?
¡Sí señores! ¡Cerveza negra! Pero no sabe a Guinness, para alegría de
unos y decepción de otros... Sabe a chocolate. Y es increíble la textura
que tiene.
Habitualmente
esta tarta va acompañada de una crema de queso, pero he decidido
cambiar para innovar un poquito. Y le he puesto una crema de mantequilla
de merengue de limón.
¿El resultado? Impresionante.
Sí sí. Está mal que yo lo diga. ¡Pero es que está de muerte! Chocolate intenso mezclado con la acidez y la frescura del limón.
Simplemente
maravilloso. Y menos mal... Porque cocinando este bizcocho me
ocurrieron todos los accidentes posibles que pueden ocurrir en la
cocina...
Se
me caían cacharros de los armarios, me faltaron 25 gramos de azúcar
(sí, 25...) y a mitad de faena me tuve que ir a comprar (lo que supuso
una fastidio, porque para cocinar me pongo "mi uniforme", me lío el
pelo... así que me tuve que cambiar, desliar...), mi grifo tuvo una fuga
de agua que me encharcó toda la encimera, se me derramó masa dentro del
horno con la consecuente chamuscada, humareda y olor a quemado (lo
siento por mis vecinos...) y un largo etcétera de acontecimientos que
hicieron que mi humor fuera de mal en peor...
Hasta
que saqué el bicocho del horno y toda mi energía negativa se desvaneció
ante el intenso olor a chocolate ¡madre mía! De verdad que tenéis que
hacer esta receta y querer a Reyes de Carrot Cake como yo la quiero por compartirla!
Ingredientes para el bizcocho:
- 250 ml. de cerveza Guinness
- 250 g. de mantequilla
- 2 huevos
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 140 ml. de leche
- 2 cucharaditas de zumo de limón o de vinagre de vino blanco
- 80 g. de cacao en polvo sin azúcar
- 400 g. de azúcar
- 400 g. de azúcar
- 280 g. de harina
- 2 cucharaditas de bicarbonato
- 1/2 cucharadita de levadura
(recordad que los ingredientes deben estar a temperatura ambiente)
Elaboración del bizcocho:
-
Lo primero que vamos a hacer es preparar el buttermilk. El buttermilk
es suero de leche, que en otros países está disponible en los
supermercados, pero como aquí es complicado de encontrar, lo haremos
nosotros mismos.
Mezclamos la leche con las dos cucharaditas de zumo de limón o de vingre blanco. Lo dejamos reposar para que la leche se corte. Aquí podéis ver cómo lo hicimos en otra receta.
- Encendemos el horno a 170 º y engrasamos un molde de 23 cm.
-
Ponemos a fuego suave la cerveza con la mantequilla hecha trocitos.
Removemos hasta que se deshaga la mantequilla y apartamos del fuego.
- Añadimos el cacao en polvo tamizado y el azúcar, y removemos hasta que se integren bien y no queden grumos. Reservamos.
- Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato. Reservamos.
- Batimos los huevos junto con el extracto de vainilla y el buttermilk.
- Añadimos la mezcla de cerveza y mantequilla y batimos.
- Una vez la mezcla esté homogénea, vamos integrando poco a poco la harina tamizada, hasta que la masa quede uniforme.
- Llenamos el molde y horneamos a 170º hasta que al insertar un palillo, éste salga limpio.
- Sacamos del horno y dejamos reposar 5 minutos.
- Una vez pasado este tiempo, desmoldamos el bizcocho y dejamos que termine de enfriar en una rejilla.
Vamos con la crema.
Ingredientes para la crema de mantequilla de merengue de limón:
- 1 cucharada de polvo para merengue (yo lo compro en Dulces Ilusiones o Comercial Mínguez)
- 1/3 de taza de azúcar
- 1/4 de taza de agua
- 1 cucharada de gelatina de limón tamizada
- La ralladura de 1 limón
- Zumo de limón
- 250 g. de mantequilla pomada
Elaboración de la crema:
- Mezclamos el polvo de merengue con el agua y la mitad del azúcar. Batimos con el utensilio de montar claras a velocidad alta.
- Cuando esté casi montado, añadimos en forma de lluvia el azúcar restante.
-
Bajamos la velocidad, y vamos añadiendo la mantequilla hecha cubitos.
Cuando esté más o menos integrada, volvemos a batir a velocidad alta.
-
Añadimos la gelatina, la ralladura y el zumo de limón (la cantidad de
estos ingredientes es orientativa, porque todo depende de lo ácida que
queráis vuestra crema).
Montaje de la tarta:
-
Vamos a necesitar: el bizcocho de Guinness, la crema de limón,
mermelada de limón y muchas bolitas y adornos de azúcar de colores
(llamados sprinkles).
-
Con un nivelador de bizcochos, cortamos el bizcocho. Yo sólo lo corté
en dos, pero si queréis más pisos se puede cortar en tres planchas.
-
No le puse almíbar porque el bizcocho es súper jugoso. Pero le puse una
capa de mermelada de limón (os la recomiendo porque está riquísima!)
- Posteriormente ponemos una capa de crema.
- Superponemos la segunda capa de bizcocho, y cubrimos con la crema restante.
-
Si queremos dejar la superficie lisa, tendremos que ayudarnos de una
paleta grande, alisar y meter la tarta a enfriar. Una vez fría, podremos
darle una segunda capa de crema, y podremos repetir este proceso
cuantas veces creamos necesario.
Yo decoré la tarta con cientos y cientos de sprinkles. Y es que Sweetapolita me ha transmitido el amor infinito hacia los sprinkles, así que ahora se ha convertido en mi decoración favorita :)
¿Y la preciosa guirnarlda? Pues la hice con una maravillosa cinta japonesa que gané en el concurso de María Calcetines y Washitape ¿a que es súper cuca?
Una
cosita más: la tarta está muy muy rica fresquita de la nevera. El
bizcocho se queda más compacto, pero la crema de limón fría es de 10.
Probadla también a temperatura ambiente y ya me decís cómo os gusta más
;)
De
verdad que es una tarta exquisita que os recomiendo que hagáis para
daros un gustazo. Yo hice la versión cupcake y la traje a los programas
de Es Radio. La semana que viene os pongo las fotos ;)
Y con este macro post me despido. Espero que paséis un felicísimo fin de semana.
El lunes estaremos en Es la Mañana de Federico con una nueva receta!
Feliz fin de semana y Blog Appétit!
está genial!! me encantaría darle un mordisquito ;)
ResponderEliminarAnímate a hacerla porque está deliciosa :)
EliminarAy...estas recetas con Guiness me vuelven loca, sabes? Naturalmente aquí no hay, pero sí hay otro tipo de cervezas negras, pero justamente eso es lo que no me atrevo a usar una de las mias sabiendo que no es del mismo tipo. Pero creo que ya me conveciste de hacer la prueba, total, si no sale del todo bien igual siempre hay alguien en casa que se sacrifica: mi esposo...ja,ja,ja,ja...
ResponderEliminarYo creo que con otra cerveza negra te sale bien igual... Yo la encontré en un supermercado normal y corriente...
EliminarHola recién conozco tu blog y me ha encantado, cariños desde Chile
ResponderEliminarMuchas gracias por quedarte! ;)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar